Las olas del mar azul se balancean sobre la superficie, sin ahogarse. Sus susurros incondicionales rompen el silencio y la marejada sigue su curso natural.El añil se funde con el cielo, creando un infinito. Una pequeña vida se mueve bajo la manta color turquesa y se dispone a vivir en manos del funesto destino, dejando de forma desesperada, su existencia en la mente de aquellos que moran el universo.
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